
A 50 años del golpe de estado: análisis político de entrevista al expresidente Sebastián Piñera
Un historiador y un cientista político, reflexionaron y analizaron las palabras del exmandatario en relación con los hechos ocurridos el ´73, comentados en el programa «Mesa central» de Canal 13, en el cual asegura que los principales responsables de aquel entonces fue la izquierda y el gobierno de Salvador Allende, y que al final, todos los chilenos pudimos haber hecho más para evitar la barbarie de las violaciones de los derechos humanos.
Por Martina Cirer y Julieta Olivares

El pasado domingo 27 de agosto, en un especial del programa político “Mesa central” de Canal 13, en el marco de los 50 años del Golpe de Estado, el expresidente Sebastián Piñera se refirió a los hechos ocurridos durante ese periodo y los días previos al 11 de septiembre de 1973, en el cual asegura que los principales responsables de aquel entonces fue la izquierda y el gobierno de Salvador Allende, y que al final, todos los chilenos pudimos haber hecho más para evitar la barbarie de las violaciones de los derechos humanos.
Una de sus frases más relevantes fue: “a veces a la izquierda le gusta pensar que Chile comienza el 11 de septiembre del ’73 y no es verdad (…) El 11 de septiembre se derrumba la democracia, pero no fue una muerte súbita y sorpresiva».
En relación con las palabras de Sebastián Piñera mencionadas en el párrafo anterior, Félix Pablo Cifuentes, cientista político, asegura que “el expresidente Piñera dice algo cierto cuando se refiere a que desde la izquierda creen que el 11 de septiembre de 1973 comienza Chile y que eso no es cierto. En dicha fecha se terminó por derrumbar una democracia que ya venía enferma, no fue algo súbito. ¿Sorpresivo?, tal vez sí para parte de la población en Chile”.
Además, aseguró que “sí, hubo un quiebre democrático el 11 de septiembre de 1973, pero empezó antes de esa fecha. Ningún gobierno que haya sido democráticamente electo, como el de Allende, debe ser terminado de manera abrupta y violenta, como pasó el ’73”.
Otra declaración de Sebastián Piñera que se destacó en esta entrevista fue, “los reiterados, graves e inaceptables atropellos a los derechos humanos durante ese periodo, no son solamente responsabilidad de los militares. Por eso hablé de cómplices pasivos. ¿A qué me refería? En primer lugar, la Corte Suprema, que en Chile tiene por deber proteger los derechos de las personas”.
Con respecto a esto, el docente e investigador de historia de la Pontificia Universidad Católica, Rodrigo Henríquez, analiza estos dichos: “efectivamente la Corte Suprema fue cómplice, y no solamente la Corte Suprema, una institución del Estado, sino, bueno, todas las ramas de las fuerzas armadas y carabineros que son del Estado de Chile. Y también muchas empresas privadas, empresarios, fueron cómplices”.

Rodrigo Henríquez menciona que el exmandatario, de alguna manera, está “reflotando una tesis de la derecha chilena que suele señalar la inevitabilidad del golpe de estado”. Esto lo explica como una teoría de “una suerte de dos demonios”. “Digamos que existían dos demonios y al final entre ambos la lucha, el destino, era un poco inevitable. Un poco simplificando, llevando la idea de que no hay Pinochet sin Allende. Un poco de que las circunstancias hicieron inevitable el golpe” interpreta el historiador.
En relación con esto, Henríquez reflexiona sobre la misma teoría expuesta, “pero yo creo que ninguna de las situaciones en las que se vio el sistema institucional, hasta agosto y septiembre del 73, justifica o hace inevitable esta idea de que el golpe era inevitable (…) Yo creo que efectivamente la visión de los dos demonios, que era inevitable, corresponde a una utilización política del pasado, que si bien yo estoy en desacuerdo, pero existe y no solamente existe en Chile, digamos, existe frente a otras situaciones de ruptura de la democracia”.
Finalmente, Félix Pablo, cientista político, en relación con los derechos humanos asegura que: “debemos entre todos cuidar a la democracia, aprender de los errores del pasado y evitar volver a cometerlos. Que nunca más la violencia sustituya a la democracia”.