Internacional

Gobierno de Javier Milei implementará programa para que los presos trabajen dentro de las cárceles

“Ocio cero” y “acabar con la vagancia” son los principales objetivos de esta medida que ya se comenzó a implementar en un recinto penitenciario.

Por Martín Ferrada y Fernanda Osorio

Foto propia

En Argentina, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, presentó el programa “Manos a la obra”, que busca que los reos mantengan y mejoren sus penales, al mismo tiempo que desarrollan habilidades laborales para en un futuro reinsertarse en la sociedad. Además, tiene como base la idea de la disminución del tiempo de ocio en las cárceles y la obligatoriedad de trabajar para mantener los lugares que se pagan con los impuestos de los ciudadanos argentinos.

En palabras de la ministra Bullrich, esta medida apoyaría el cumplimiento del Código Penal de la Nación Argentina, pues este menciona que las personas privadas de su libertad deben hacerse cargo de mantener las instalaciones penitenciarias y de pagar con su trabajo aquello por lo que hoy están detenidas. En el caso de que se nieguen a cumplir con esta responsabilidad no podrán acceder a beneficios por buena conducta.

El trabajo obligatorio de los presos constará del arreglo y la mantención de las cárceles donde cumplen su condena, con jornadas laborales de 8 horas al día, este trabajo será remunerado, sin embargo, las ganancias de los presos tendrán una retención del 30% de los ingresos. Para el orden y control, el programa implementará sistemas biométricos para el funcionamiento de horarios y la asignación de tareas según un análisis del perfil de cada individuo.

Se anunció también que ya se está efectuando una prueba piloto en el Complejo 4 de mujeres de Ezeiza, cuyas reclusas actualmente están pintando las instalaciones en el interior y exterior. Así se espera que esto se extienda para el resto de establecimientos del país. En base a datos de población detenida provistos por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, la capital argentina y la provincia más grande, cuenta con casi 59 mil presos dentro de sus cárceles.

Sobre la posibilidad de implementar un programa similar en los recintos penitenciarios de Chile, el abogado especialista en derechos humanos, Claudio Nash, afirma que “no es posible un sistema de trabajo obligatorio para las personas privadas de libertad. Tanto la regulación penal como la penitenciaria establecen el trabajo como una posibilidad siempre de carácter voluntario, nunca forzosa”.

Por su parte, el jefe de estudios de la Defensoría Regional Metropolitana Sur, Mario Araya, aseguró: “Una persona que cumple una pena privativa de libertad durante muchos años lo que hace es sacarlo del mercado laboral. Nadie lo conoce, no tiene experiencia, no genera habilidades. (…). Generar estos espacios de trabajo y especialmente con una remuneración justa hace que ellos también tengan vías de ingreso lícito para que cuando salgan tengan como subsistir y no terminar probablemente tentados en cometer nuevos actos que los podrían llevar de nuevo a la cárcel.”

De igual manera, menciona labores productivas que se realizan en algunas prisiones del país.

Labores productivas en la cárcel de mujeres de San Joaquín

El caso de El Salvador

La iniciativa argentina no ha sido la única se ha visto anteriormente en el continente americano. El plan “Manos a la Obra” es un símil al plan “Cero Ocio” implementado en la reforma carcelaria de El Salvador por el presidente Nayib Bukele con el objetivo de que los presos aprendan nuevos oficios para insertarse más fácilmente en la sociedad. El plan argentino fue desarrollado también gracias a la visita que hizo Bullrich al país centroamericano en junio de este año con el objetivo de aprender sobre sus políticas carcelarias para poder replicarlas.