Inauguración de Torneo Latinoamericano de Salvavidas en Chile

Este 11 y 12 de octubre se realizará por primera vez en nuestro país el Torneo Latinoamericano de Salvamento Acuático en su cuarta edición y tiene como objetivo promover la excelencia profesional del rescate acuático.

Por: Macarena Lazo y Lissete Milla

El 11 y 12 de octubre se realizará por primera vez en Chile el cuarto Torneo Latinoamericano de Salvamento Acuático en la comuna de Ñuñoa en El Centro Acuático Estadio Nacional de Santiago. Esta competencia nace con la idea de fortalecer la comunidad de salvamento deportivo en Latinoamérica y promover la excelencia profesional del rescate acuático. Se espera que participen Argentina, Brasil, Perú y Uruguay. Según el gerente deportivo de la Federación Deportiva Nacional de Actividades Subacuáticas y Salvamento Acuático, Sergio Silva, cada país debe formar equipos de cuatro personas, sin embargo se elige un competidor por prueba y el puntaje se acumula al grupo. Las pruebas son diversas, pero tienen como objetivo utilizar todas las herramientas de un socorrista para transportar el cuerpo de una persona en el menor tiempo posible y salvar su vida.

Según la Coordinadora General del Club El Tigre (club seleccionado chileno), Denisse Pailamilla,  la diferencia y novedad de este torneo en nuestro país era que esta nueva edición contemplaba una competencia indoor (en piscina) y otra outdoor (en la playa), sin embargo, la prueba outdoor, planificada para La Serena, fue reprogramada para noviembre debido a la gran exigencia para los deportistas en tan pocos días de preparación, destacando que lo más importante es cuidar de la salud de los participantes frente a la complejidad de las pruebas.

Denisse Pailamilla en competencia, imagen cedida a Lissete Milla

¿Cómo se llevará a cabo este torneo?

La organización de este campeonato se regirá por el reglamento International Life Saving (ILS) que es la Federación Internacional de Salvamento y son expertos en materia de prevención del ahogamiento, salvamento acuático y socorrismo deportivo desde 1993.

Las competencias en el agua se dividen en ocho categorías femeninas, ocho masculinas y una mixta. Algunas de ellas son carreras de relevos, natación con obstáculos, lanzamiento de soga y, las dos más importantes, arrastre de maniquí en 50 y 100 metros, puesto que esta destreza tiene como objetivo alcanzar la mayor rapidez posible para llegar al maniquí que flota o se está hundiendo en el agua, y rescatarlo. 

Para darle una mayor credibilidad a las pruebas realizadas, dicho muñeco simula un cuerpo humano, por lo tanto el peso es de aproximadamente 40 kilos si se encuentra sumergido y de 70 si flota por encima del agua.

Los tres equipos que acumulen más puntos obtendrán un trofeo, una medalla y un reconocimiento.

Salvamento en Chile

Durante el Tercer Torneo de Salvamento, realizado en Argentina a finales del año 2024,  Denisse Pailamilla ganó el primer lugar para Chile con un total de dos medallas de oro y una de bronce lo que demostró el compromiso de los participantes, el crecimiento del equipo y gran rendimiento en este deporte.

La ganadora del oro para nuestro país y coordinadora general del club chileno de salvamento, Denisse Pailamilla, cuenta que la evolución de este deporte nace desde la iniciativa de guardavidas nacionales certificados por La Armada de Chile hace cuatro años atrás, quienes tuvieron la motivación de realizar campeonatos en las playas de El Tabo, La Serena y Antofagasta. Últimamente gracias a su masificación y búsqueda de apoyo, el interés público ha aumentado en esta disciplina alcanzando un nivel no solo nacional, sino Sudamericano.

Sin embargo, la práctica de este deporte requiere de implementos específicos como maniquís, tubos de rescate, pesos reglamentarios y obstáculos. Estos materiales encarecen la actividad y dificultan su desarrollo a gran escala en nuestro país, puesto que muchos clubes no cuentan con los recursos necesarios para adquirirlos. Mejorar la disponibilidad de estos implementos y recibir apoyo institucional sería de gran ayuda para fomentar la práctica y el crecimiento del salvamento acuático, según Pailamilla.

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