Durante la jornada del 27 de noviembre, a través de la Radio Cooperativa, la candidata oficialista enfrentó el desafío de sumar apoyos fuera del Frente Amplio mientras buscaba diferenciarse de José Antonio Kast en temas clave como pobreza, seguridad, agua y migración.
Por: Mathias Cerón y Nicole Guichard
En medio de sondeos que la sitúan con desventajas de al menos 12 puntos por debajo, este 27 de noviembre, Jeannette Jara llegó al “Primer Foro Social”, transmitido por Radio Cooperativa, sabiendo que su desafío no era solo enfrentar a José Antonio Kast, sino también convencer a un electorado que no se ve reflejado en la identidad del oficialismo. El encuentro, organizado por seis destacadas organizaciones de la sociedad civil, terminó siendo un escenario donde ambos candidatos endurecieron sus posiciones, revelando las estrategias que marcarán las últimas semanas antes del balotaje.
El foro, convocado por 6 organizaciones sin fines de lucro, abrió con Jara respondiendo consultas sobre pobreza rural y la dependencia de camiones aljibe. La candidata sostuvo que la falta de agua en zonas aisladas “tiene que terminar” y defendió el carácter multidimensional de la pobreza. A su juicio, “no se puede reducir a un eslogan”, marcando desde el inicio una diferencia conceptual con Kast.
Kast, por su parte, acusó que “la ideología ha matado la posibilidad de tener acceso a recursos básicos”, especialmente en desalinizadoras de aguas, y criticó a parlamentarios que, según él, han frenado estos proyectos por motivos ambientales. Jara no tardó en responder recordando que en Coquimbo ya existe una planta en licitación y cuestionó que “no es la ideología lo que empobrece, sino la concentración económica que no quiere que el desarrollo llegue a todos”.
También el candidato presidencial redobló su discurso de orden público y criticó duramente el Caso Convenios, apuntando a supuestos vínculos entre fundaciones y autoridades. Jara contraatacó recordando que “el único preso por ese caso es un diputado republicano”, intensificando la polarización del encuentro. Así, el tenso ida y vuelta marcó el tono del foro.
Estas confrontaciones trataron de cambiar la balanza numérica expuesta el pasado 23 de noviembre por Cadem, que publicó los resultados de la encuesta Plaza Pública, donde Jara obtendría solo 42% de los votos y Kast el 58%, dejando a la candidata a unos 16 puntos porcentuales por debajo de su rival. Además, Polymarket, una página de apuestas en base a predicciones, se ha convertido en otra fuente de información que quiere pronosticar los resultados de la segunda vuelta presidencial. En esta página se ve que José Antonio Kast tiene un muy amplio favoritismo, con un 95% de probabilidades de convertirse en presidente, mientras Jeanette Jara solo marca un 4%.
Aunque el debate público entre ambos candidatos se concentró en agua, pobreza, campamentos y migración, en paralelo surge un desafío estratégico que puede definir la elección: cómo Jara logrará captar votos fuera de su núcleo político.
Una segunda vuelta marcada por la búsqueda del voto esquivo
La última encuesta Panel Ciudadano UDD mostró una ventaja amplia para José Antonio Kast en segunda vuelta, con un 59% frente al 41% de Jeannette Jara entre quienes declaran intención de voto directa. El desglose revela brechas consistentes por edad; Kast supera el 55% entre los mayores de 41 años, y por nivel socioeconómico, alcanzando 70% en el tramo ABC1. Territorialmente, el republicano lidera en todas las zonas del país, con 50% en la Región Metropolitana y hasta 53% en la zona sur.
Además, el traspaso de votos desde ex candidatos, Parisi (46%), Matthei (54%) y Kaiser (88%), se inclina mayoritariamente hacia Kast, mientras que Jara capta entre 4% y 20% de esos apoyos. Estos datos confirman el escenario cuesta arriba que enfrenta la candidata oficialista en la recta final.
Según el politólogo y máster en análisis político de la Universidad Carlos III de Madrid, Sergio Fuenzalida, uno de los segmentos clave para la candidata presidencial son las personas entre 41 y 50 años, que experimentan un rechazo profundo al Frente Amplio y sus figuras vinculantes más que a la propia Jara:
“Más que el rechazo a la candidata como tal, lo que pasa con este segmento etario… es el rechazo a Gabriel Boric. Por ende, se endosa que este gobierno es la continuidad. Ni siquiera es el rechazo a Boric; es como el rechazo a la cultura del Frente Amplio”.
Fuenzalida agregó que este segmento percibe una “falta de representación generacional” tras pasar de líderes como Bachelet y Piñera a una élite política mucho más joven que ellos; esto apuntaría a que ese grupo se siente “saltado” en el mapa generacional. Según Fuenzalida, la agenda identitaria tampoco dialoga con sus preocupaciones: “Esta generación no le importan tanto temas identitarios como el animalismo, el medioambientalismo o el feminismo; les importan otras cosas que no están viendo reflejadas”. Esta lectura obliga a Jara a ensanchar su narrativa: menos continuidad del gobierno, más experiencia, eficiencia y moderación en temas sociales y económicos.
Según el analista político y académico en la Universidad del Pacífico Patricio Gajardo, el caso es “terminal”; desde su punto de vista, no hay mucho que hacer respecto al tema etario en la campaña de Jara, ya que la preferencia de estos grupos no se va a modificar en dos semanas. Esto se debe a que “la gente mayor tiende a tener una aproximación ideológica más precisa, más clara, y la gente más joven a no tener un interés por la política de manera más contundente”.
Gajardo destaca que la candidata, aparte de representar al oficialismo, es una candidata comunista, lo que “a lo mejor para los jóvenes el que sea comunista no es tan importante, pero para la gente de cuarenta años para arriba sí es un tema”.
El analista político también menciona que desde su observación de las encuestas,
“el 99% de los votos de Kaiser van a ir a Kast, por lo tanto, ahí casi hay cero posibilidad de traspaso de votos, y de Matthei un porcentaje minoritario va a ir para Jara según los primeros sondeos”.
A su vez, destaca que los votos de Parisi podrían ir mayoritariamente a Jara, aunque con los cortos plazos y los datos que se tienen, Kast debería cometer un error “garrafal” para producir un derrumbe de votos, cosa que se nota que está cuidando mucho de no cometer.
En el Foro Social, Jara ya comenzó a mostrar una nueva cara de su campaña camino al domingo 14 de diciembre. Se distanció del discurso más confrontacional del Frente Amplio y puso énfasis en la gobernabilidad: “El país no se gobierna a punta de crítica. Se gobierna con ideas, capacidad y experiencia”, afirmó, subrayando su trayectoria legislativa con “38 proyectos de ley presentados y más de 28 convertidos en ley”.
También buscó diferenciarse de Kast en migración: mientras el republicano aseguró que las personas en situación irregular “tienen 104 días para irse”, Jara respondió que “no se pueden hacer propuestas que no son factibles” y que políticas así solo “levantan odio y discriminación”.
Más allá del cruce, la presencia de ambos candidatos ante organizaciones sociales dejó en claro que la segunda vuelta se librará en un terreno donde economía, pobreza, vivienda y migración serán determinantes. Para Jara, la clave será captar a una franja electoral más moderada en rango etario, distanciarse de la idea que tienen los chilenos sobre el Partido Comunista y “rescatar” los votos de Franco Parisi, que, según el análisis de los expertos, estos posibles votantes “a favor” no rechazan a la candidata, pero sí al proyecto y partido político al que pertenece.
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