La tasa de jóvenes menores de edad imputados llegó a 8,8 por cada 100 mil, siendo la cifra más alta de los últimos tres años.
Por Josefina Aguirre y Luciano Marambio
El reporte anual de homicidios 2024 de la Fiscalía Nacional evidenció un incremento en adolescentes imputados por victimarios de homicidios. A pesar de que el documento informa que los homicidios disminuyeron en 2,7% respecto al año anterior, los adolescentes imputados en crímenes alcanzaron su mayor nivel en tres años, obteniendo una cifra de 8,8 por cada 100 mil y en su mayoría utilizando armas de fuego.
El 68% de los crímenes corresponde a jóvenes entre 14 y 17 años, siendo la mayoría de los adolescentes de 17 años (35 acusados). El informe indicó que la mitad de los homicidios perpetrados por los jóvenes se realizaron utilizando armas de fuego, un 37% utilizó armas blancas y la mitad actuó junto a adultos.
El 84% de los adolescentes acusados permanece en internación provisoria, lo que representó un aumento respecto al 69% registrado en 2023. A la suma anterior, el 30% de los jóvenes imputados contaba con condenas previas por otros delitos, y los contextos más comunes en que se realizaron estos crímenes corresponden a homicidios interpersonales no asociados a violencia intrafamiliar (31%), seguidos de violencia intrafamiliar (21%) y ataques sin aparente provocación (18%).

Causas de aumentos de homicidios de adolescentes
Durante la jornada de hoy, la criminóloga y fundadora de la Academia 360 de Prevención Criminal, Marcela del Sol-Hallet, expresó que el crimen organizado, las influencias ambientales, biológicas, fisiológicas y la falta de seguridad pública son causas del alza de homicidios en jóvenes.
Con respecto al crimen organizado, sostuvo que “en Chile ha habido ingreso de tipologías criminales exógenas al país, como lo es el crimen organizado extranjero, y de ahí deriva mucho el alto porcentaje en cuanto a responsabilidad penal adolescente, porque tenemos que examinar las maneras en que el crimen organizado recluta, rangos etarios y, en este caso de los adolescentes, incluso mucho menores de los que están siendo reportados en las cifras oficiales”.
Además, expresó que el crimen organizado cada vez está reclutando a más personas jóvenes porque ellos no responden a medidas punitivas tan severas como los adultos y que los adolescentes buscan una salida de la pobreza ingresando al crimen organizado. La criminóloga dijo que “el crimen organizado, así como los depredadores sexuales de niños, sabe dónde están las comunidades vulnerables, sabe dónde pueden ser una amenaza sin presentar ningún riesgo; entonces ellos también están buscando a aquellos niños que están buscando una salida a la pobreza porque, además, recordemos que el crimen organizado no solo les provee de plata y bienes materiales, sino también que es una condecoración dentro de un submundo les proveen un sentido de identidad y de valor criminal, el cual es imposible escapar.”
Y manifestó que existen criminólogos (incluyendo a ella) que se internalizan en la idea de que, una vez que una persona ingresa al crimen organizado, es imposible salir de allí porque el estado no provee lo que el crimen organizado sí.
También hizo énfasis en que hay que hacer un trabajo profundo que convoque a muchas profesiones y la participación del Estado para llegar al “génesis del crimen”, mostrarles a los niños que hay distintas realidades que son alcanzables.
“La teoría Bandura, la teoría del aprendizaje social, que es muy importante porque, mira, si tú no sabes manejar y yo te doy el auto, aunque sea el más hermoso del mundo, tú no vas a poder manejarlo. Te lo pongo de manera supersimple porque es necesario democratizar el conocimiento, que el conocimiento llegue transversalmente”, afirma la criminóloga.
Finalmente, recalcó la importancia de la idoneidad y cargos que atiendan la seguridad pública, sostuvo que “en Chile, lamentablemente, en primer lugar no existimos los criminólogos; en segundo, ni siquiera hay departamentos de perfilación criminal, dos elementos que son absolutamente necesarios para la identificación, la prevención, el tratamiento y el control criminal”. Agregó que las medidas punitivas de cárcel para adolescentes son necesarias y que la remoción de su entorno social inmediata es una obligación del estado por el bienestar de la comunidad y por la intervención necesaria de los jóvenes.
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