La Cámara alta aprobó, por 44 votos a favor y sin rechazos, la reforma constitucional que eleva los requisitos para que los inmigrantes no nacionalizados puedan votar en Chile. La medida entrará en vigencia a partir de 2026.
Por Karla Leiva y Fernanda Noemí
Ayer se aprobó por unanimidad la iniciativa, que modifica el artículo 14° de la Carta Fundamental y limita los requisitos para que extranjeros no nacionalizados puedan votar en Chile, elevando de 5 a 10 años la residencia exigida para el sufragio. La medida regirá desde 2026, busca una regulación en el acceso al voto extranjero y ahora el proyecto pasa a Cámara de Diputados para continuar su tramitación.
La iniciativa exige 10 años de residencia ininterrumpida (máximo 90 días fuera del país por año) para votar, considerando residentes a quienes obtengan permiso de residencia definitiva. Según el padrón del SERVEL, actualmente 886.190 extranjeros están habilitados a sufragar dentro del país, de los cuales 237 mil son venezolanos.
El artículo actual indica que los extranjeros avecindados en Chile por más de cinco años, y que cumplan con los requisitos señalados en el inciso primero del artículo 13, podrán ejercer el derecho de sufragio en los casos y formas que determine la ley. Tras ser aprobado, el proyecto pasó a la Cámara baja, donde continuará su tramitación la siguiente semana.
El Presidente del Senado, José Manuel Ossandón, expresó que, “si esta reforma se aprueba en la Cámara de Diputados regirá a partir de la próxima elección, no para esta, para la elección presidencial actual, se mantiene el requisito vigente, los extranjeros con cinco años de residencia podrán votar”.
Según un estudio de IDEA Internacional, Chile junto a Uruguay, Nueva Zelanda, Malawi y Ecuador son los únicos países que “permiten el sufragio de residentes extranjeros en todos los niveles electorales, convirtiéndose en referentes internacionales en la materia”.
El senador del Partido Socialista, Gastón Saavedra, se refirió a la importancia de la participación de los inmigrantes en la vida democrática del país. “Si una persona tiene, no sé, 10 años o poco más viviendo acá, ya es parte de la construcción o ha hecho un aporte sustantivo a la construcción de nacionalidad todos los días, y por lo tanto, tiene el derecho a operar y a decidir”.
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